1. Juan Pablo no merece ganar el desafío porque tiene dinero y no lo necesita
FALSO: Juan Pablo es una persona de clase media, no es millonario. Trabaja como asesor de seguros y entró al desafío precisamente porque deseaba darle estabilidad económica a su familia y en especial a su hija Juanita que aun no había nacido cuando empezó el juego. Tal como lo vimos en el primer capitulo, Juan Pablo anda en metro como cualquier otro ciudadano. No vive en El Poblado como algunos afirman ni tampoco esta en la opulencia. Si no necesitara el dinero, no se habría perdido el nacimiento de su hija. Si no necesitara el dinero, no habría luchado con tantas ganas desde la primera prueba hasta la última.
En el desafío todos son iguales, no hay clases sociales, no hay preferencias, es un juego y lo gana el favorito del público entre los dos finalistas. En el desafío no se escoge a la persona mas pobre, si no a la que ha sabido mantener un equilibrio entre fuerza, convivencia, estrategia e imagen ante el país. En este sentido Juan Pablo es quien merece ganarlo.
2. Juan Pablo no merece ganarse el desafío porque es Paisa y los Paisas siempre ganan. Hay que acabar con la rosca Paisa.
FALSO: Si bien es cierto que la mayoría de Desafíos han sido ganados por Paisas, dos de ellos fueron ganados por un Costeño y un Cachaco. Por lo tanto, no siempre han ganado. Muestra de que este año no hubo rosca, es el hecho de que el equipo paisa fue eliminado desde el inicio. Juan Pablo llegó a la final gracias a sus esfuerzos y a la ayuda del equipo Costeño. Si revisamos el primer capitulo notaremos que la mayoría querían acabar con el equipo Paisa. Pregunto ¿Es una rosca tener tantos enemigos? Más bien, tanto Juan Pablo como Lina estaban en desventaja desde el principio. Llegar a una final en medio de tantas intrigas es un logro que Antioquia y las demás regiones que lo apoyan deben premiar.
3. Juan Pablo no merece ganarse el desafío porque es orgulloso y sobrador.
FALSO: Celebrar un triunfo cuando todos quieren que te vayas no es ser orgulloso, es simplemente ser humano. Una persona orgullosa habla de más, le gusta retar y creerse superior, tiene conflictos con los que amenazan su lugar, se ufana de su posición y no comparte con los pobres. A través del juego hemos visto sencillez en Juan Pablo. Ha sido el mejor representante de su región. Logró cambiar el prejuicio que hacia los paisas tenían sus máximos rivales, ganándose su respeto y admiración. A todos nos dio una lección de paciencia y tolerancia al congeniar con todos sus compañeros de equipo, incluso con aquellos que no rendían en el juego. Fue el único que no solo fue a buscar dinero, también se dio la oportunidad de hacer amigos y de esta manera se gano el cariño de la gente por los valores que demostró. El desafío nunca lo gana una persona orgullosa o resentida, es por eso que Colombia debe elegirlo a el.
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